Septiembre ya ruge… ¿y tú, estás ready?

Empieza el ruido.

El teléfono no para.

Los correos se acumulan.

Las incidencias se cruzan con las altas, las bajas.

Y los “¿me puedes ayudar con esto?”.

Y mientras todo eso sucede… los clientes siguen ahí, esperando ser atendidos con una sonrisa que no siempre da tiempo a poner.

Septiembre es así. Intenso, rápido, lleno de presión y, en muchos casos, de oportunidades… que a veces se pierden por falta de manos.

A mi personalmente me encanta, pero no hay que descuidar la experiencia de nuestros clientes. Por eso mismo siempre hago la misma reflexión: ¿qué pasaría si por un poco más... lo hicieras mucho mejor?

Dicen que cuando vas a comprar un coche, el aire acondicionado parece un extra menor... hasta que llega el verano. Entonces ya no te imaginas sin él.

Pues con la atención al cliente pasa lo mismo. En tiempos de alta demanda, tener un equipo preparado que absorba el pico de trabajo y mantenga el nivel de calidad no es un lujo. Es un diferenciador. Es lo que hace que tus clientes no se marchen, sino que te recomienden.

No se trata de tener más gente. Se trata de tener el sistema adecuado.

Y eso es clave: Una atención bien dimensionada, procesos claros, apoyo externo en los momentos clave. formación para quien está al frente...

Y de repente, lo que antes era un caos, se convierte en fluidez. Y lo que antes eran quejas… se convierten en fidelidad. ¡La maquinaria está engrasada y es imparable!

Puede que no te atrevas a dar el paso o que no sepas por dónde empezar, es totalmente normal. No te diremos que externalices tu atención. No te diremos que formes a tu equipo. Ni que revises tus procesos. Nos ajustaremos 100% a lo que necesita tu empresa.

Pero solo te diremos esto...

Septiembre está a punto de empezar… y el teléfono ya está echando humo.

¿Estás ready?

Hablemos.